Caídas de carga de tubos circulares de chapa galvanizada

Tabla que indica las pérdidas de carga expresadas en mm wg en tubos circulares rectos en chapa galvanizada con aire a 20 ° C y 760 mm Hg

Las caídas de presión en conductos circulares de chapa galvanizada se refieren a la disminución de presión de un fluido que se desplaza a lo largo del recorrido de los conductos. Este fenómeno se produce debido a la resistencia que encuentra el aire a medida que fluye a través del sistema de conductos. Las caídas de presión son una consideración importante en el diseño e ingeniería de sistemas de distribución de aire y sistemas aeráulicos en general.

A continuación se detallan algunos factores clave a considerar en relación con las caídas de presión en conductos circulares de chapa galvanizada:

Diámetro de la tubería: el diámetro interno de la tubería tiene un impacto significativo en las caídas de presión. Las tuberías de mayor tamaño suelen generar menores caídas de presión que las más pequeñas, ya que hay más espacio para el fluido y por tanto menor resistencia.
Rugosidad interna: La chapa galvanizada, al igual que otros materiales, tiene una rugosidad interna que puede provocar pérdidas de presión. La rugosidad está influenciada por la calidad del material y el proceso de fabricación. Un interior de tubería más liso genera menos caída de presión que uno más rugoso.
Flujo de fluido: la velocidad del fluido dentro de la tubería afecta las caídas de presión. Las velocidades más altas tienden a generar mayores caídas de presión debido a la fricción entre el fluido y las paredes de la tubería.
Longitud del tubo: cuanto más largo sea el recorrido de la tubería, mayores serán las pérdidas de presión. Esto se debe a la mayor distancia que debe recorrer el fluido y a las mayores oportunidades de fricción.

Para calcular las caídas de presión en un sistema de conductos circulares, los ingenieros utilizan ecuaciones y fórmulas específicas basadas en las características del sistema, como el diámetro, la longitud, la velocidad del fluido y la viscosidad. Estas ecuaciones suelen basarse en la ecuación de Darcy-Weisbach o la ecuación de Hazen-Williams.

El principal objetivo al diseñar un sistema de conductos es minimizar las pérdidas de presión, de modo que se garantice un flujo eficaz y uniforme del fluido, al tiempo que se reduce la necesidad de esfuerzos adicionales para mantener la presión adecuada.